jueves, 22 de marzo de 2012

Damas a la Academia.

rsonal jubilado de la UC

Eva Rey ingresó a la Academia de la Historia del estado Carabobo

Mariely Mendoza / Foto: Angélica Hidalgo


“Es un gran honor, porque siento que han reconocido los años de sacrificio y de trabajo con archivos; muchos ven los documentos como piezas dormidas y guardadas en una oficina o en un lugar, pero no se le da la importancia a la información como lo hacen los países desarrollados.

La licenciada Eva Rey fue reconocida en su trabajo e ingresada como miembro correspondiente a la Academia de la Historia de Carabobo.
(Foto: Angélica Hidalgo)

La licenciada Eva Rey, personal jubilado de la Universidad de Carabobo, ingresó como miembro correspondiente a la Academia de Historia del estado Carabobo, en un acto protocolar celebrado en la Casa de la Estrella, presidido por el doctor Enrique Mandri Llanos.

Esta trabajadora estaba adscrita a la secretaría de la Oficina del Cronista de la UC; trabajó 12 años como asistente de investigación del doctor Guillermo Mujica Sevilla, tiempo en el que sirvió como asistente y le dio la oportunidad de manejar y revisar la información sobre esta casa de estudios.

Tras escuchar por largos años los relatos de la historia de Mujica Sevilla, a Rey se le despertó el interés por indagar en los archivos de la UC, que datan de 1892 a 1904. Este trabajo arduo le sirvió para escribir el libro Historias, símbolos y distinciones de la Universidad.

Hace 25 años, Eva Rey era la directora del Archivo Central de la UC y por, este motivo, varios miembros de la Academia le comunicaron la preocupación sobre la situación histórica de los archivos de nuestra alma máter. En esas reuniones a las que asistió, el punto central fue la historia del estado. A partir de allí, hizo grandes amistades que la propusieron para su ingreso a la Academia de la Historia.

“Es un gran honor, porque siento que han reconocido los años de sacrificio y de trabajo con archivos; muchos ven los documentos como piezas dormidas y guardadas en una oficina o en un lugar, pero no se le da la importancia a la información como lo hacen los países desarrollados, quienes usan esos datos en muchos casos para no repetir errores del pasado”.

Enrique Mandri Llanos, presidente de la Academia de la Historia, manifestó su complacencia y satisfacción al incorporar a esta profesional, sobre todo porque hay pocas mujeres dentro de la institución. “Es una forma de dar a conocer la investigación a través de la renovación del personal”.

“Esta institución cuenta con personas valiosas con el estímulo necesario para continuar con nuestra lucha, que es la investigación de la historia de Carabobo, la protección de sus sitios históricos, así como la divulgación de la información”, resaltó la autoridad.

En el acto estuvieron presentes, además del presidente Enrique Mandri Llanos; el secretario, Rafael Pinto Prada; Cora Páez de Topel, bibliotecaria; Julio Centeno Rodríguez, Argenis Zuloaga y Luigi Frasatto, vocales; Domingo Alfonso Bacalao y José Manuel Riera Torres.

Durante sus palabras, Rey aseguró que el archivista tiene el deber y el derecho de hacer tareas de historiador, porque de lo contrario no podría cumplir sus tareas de modo satisfactorio, ya que los documen-tos le permiten estar al tanto del problema, pero además seguir su evolución y progreso, en fin, conocer las necesidades de los usuarios.

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